Volando con el viento

VOLANDO CON EL VIENTO

En cierto lugar del mundo existía un hombre, de carácter aventurero, luchador y emprendedor, el cual disfrutaba mucho de su soledad, le encantaba escalar montañas, subir riscos y llenar su vida de aventuras.

Vivía en lo alto de una montaña donde le encantaba escuchar el sonido de la naturaleza, como el viento susurraba a sus oídos, contándole secretos que nunca habrían de ser revelados, sentía como el viento acariciaba su rostro cual manos de doncella. Realmente amaba esto y creía que nunca tendría que dejarlo.

En cierta ocasión, decidió ir hacia la ladera más erguida de la montaña en la cual vivía, conocida por todos como la ladera del destino, lugar a donde pocos se atrevían a llegar y según las historias del pueblo que se asentaba a las faldas de la montaña, muchos habían muerto en ese lugar.

Pero nuestro aventurero no temía a historias contadas, el daba todo por sentir la viveza de la naturaleza cada vez más cerca de él, sin importar el poner en riesgo su vida. Con una determinación que nunca se había visto en hombre alguno, llego a la ladera y empezó con la travesía.

Habiendo ya escalado unos ochocientos metros de una ladera totalmente vertical, pasó el hecho que se temía, se percató que estaba totalmente acorralado, no podía seguir ascendiendo, ni mucho menos podía descender, pero él no estaba preocupado, él no estaba triste ni angustiado, todo lo contrario, miraba hacia el horizonte y veía como el sol se ponía en el ocaso más bello que había visto en su vida, sin pena, sin afanes y sin ningún lamento, una sonrisa iluminaba su rostro, se mostraba victorioso y escuchaba el susurro del viento que a su oído llegaba y le revelaba un secreto, un último secreto, cerró sus ojos y aceptó lo que el viento le murmuraba: «Este es tu destino, este es tu camino, que en el viento vueles libre y redimido».

Ahora en el pequeño pueblo a las faldas de la montaña, se cuenta de un hombre que vive en la montaña y ya no escuchar el murmurar del viento, ya no siente sus caricias, pues ahora, él vuela libre junto al viento.

 

Acerca de NodNod

Ingeniero. ¿De qué me sirve leer sino comparto? Una vez fui y me quedé.
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